ALA' CARACHAS
PERIODISMO ROLO
Ballet, arte y vida.
Por: Paula Andrea Calderón
Empezar a construir un sueño a los 6 años, en los años 60 y dirigido hacia el arte; es todo un reto que ha logrado aprobar Patricia Borbón, una mujer que a sus 53 años es danzarina y maestra de Ballet. Su familia fue quien influenció su carrera, pues en la época eran pocas los estímulos que se podían dar a un artista.
Ella ha vivido desde niña en la ciudad de Facatativá, allí, no existían academias que pudieran impulsar su talento en la danza.. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que ella iniciara su proceso de formación. Fue entonces, que sus padres decidieron buscar una academia de Ballet en la ciudad de Bogotá en donde después de una larga jornada en el colegio, salía tres veces a la semana a practicar un baile que requiere mucho más que disciplina. Conoció talentos que la

“Cuando uno puede enfocarse en lo que quiere, en lo que siente y a la vez realizarlo en un medio tan hostil que le toco a mi generación en cuanto al arte, queda la satisfacción de haber logrado las metas que tenía, y aparte de los premios y reconocimientos, lo más lindo es el contacto con la gente.”
inspiraron. En su mayoría, fueron personas del extranjero que relataban sus experiencias con el Ballet a nivel internacional, pero que además la ayudaron a crecer integralmente en su técnica y pasión.
Para Patricia, existía un gran temor y es el mismo temor al que varios artistas se enfrentan; pensar en un futuro sustentable a través de la danza. Para ese tiempo se dio un gran paso en las escuelas de formación del distrito, pues se concibió la idea de otorgar títulos universitarios a quienes dirigían sus vidas al arte en general a disciplinas que no eran aceptadas socialmente como carreras profesionales. Desde entonces, en la escuela Superior de Artes de Bogotá (SAP) ha tenido una carrera llena de esfuerzo, de pasión y de un enfoque supremo. Esta academia no solo le ha permitido formarse como una excelente danzarina, sino también ha tenido la oportunidad de impartir este conocimiento con aquellos jóvenes que están dirigiendo su visión de vida hacia el Ballet. Patricia ha tenido una dedicación absoluta, pues ella dice que el Ballet va más allá de una emoción o aún de un buen talento, dice que se requiere de un llamado, de una vocación.
Ella cree plenamente en las transformaciones que puede realizar el arte en una sociedad como la colombiana, el ser maestra la ha llevado a definir las posibilidades de cambio que tiene la danza. Renunció a formar una familia, pues su sueño por el Ballet es más alto y aunque no tiene hijos propios, dice que ha tenido muchos más en su carrera como maestra.
![]() | ![]() | ![]() | ![]() |
---|---|---|---|
![]() | ![]() | ![]() | ![]() |
![]() | ![]() |