ALA' CARACHAS

Paredes, andenes, saltos, maniobras, acción y pasión son términos que definen una disciplina que durante los últimos 10 años ha venido creciendo y se ha hecho notar gracias a su estilo. El parkour se ha constituido en el país mediante grupos y organizaciones que son formadas por gran variedad de personas, especialmente jóvenes que ven esta disciplina como un pasatiempo y una forma de ejercitarse gracias a la autodisciplina tanto del cuerpo como de la mente de los mismos.

Bogotá presenta alternativas en cuanto a espacios públicos para practicar esta disciplina, algunos de los lugares más comunes para practicar son el Parque lago Timiza, el Simón Bolívar, el Parque Nacional, el Parque de la independencia y la Universidad Nacional entre otros.

Aunque el parkour no se ve como una profesión, algunos le sacan provecho a esta forma alternativa dictando clases o hasta siendo partícipes como dobles de acción. Esto permite que así como para algunos es un sentimiento, para otros solo es una forma de lucrarse a sí mismos.

Muchos resultan afectados tras la práctica, con esguinces, fracturas y raspaduras, aunque los retos a los que se enfrentan posee un alto riesgo de accidentalidad, los practicantes deben tener un buen calentamiento tanto antes como después de hacer la actividad, puesto que para evitar este tipo de accidentes los traceurs, como se les conoce a los participantes de esta disciplina, deben tener una muy buena sincronización de sus movimientos y sobretodo un seguido acondicionamiento física para así lanzarse al ruedo callejero. 

                                                                                          Por: JulianCamilo Chisino