ALA' CARACHAS

¡Bogotá Rural!

Según el Banco de la Republica, la más grande reserva biológica e hídrica de Bogotá está conformada por las 135.000 hectáreas de sus áreas rurales. En sus amplísimos espacios que van desde los 2.400 hasta los 4.300 metros de altitud se distinguen tres tipos de ecosistemas bien diferenciados por su paisaje y vegetación: las lagunas, el bosque alto andino y el páramo.

 ¿Se imagina usted eso?

¿No?, ¿Si?, Bueno, muchas preguntas para un solo concepto, ya conocemos Bogotá, un mundo lleno de Cemento, Ladrillos, Edificios, pavimento etc. Además de muy poco verde, conocemos lo rural, que se desarrolla en el campo y alejado de los cascos urbanos. Lo que no conocemos es la zona rural, esa que está, aunque suene increíble, en la ciudad, en las periferias de la capital…

En Bogotá existen 9 localidades entre urbanas y rurales Sumapaz, Usme, San Cristóbal, Santafé, Chapinero, Usaquén Ciudad Bolívar, Suba y Bosa. Casi la mitad del total de localidades de la ciudad, lo que quiere decir que aún existe el verde en Bogotá, aunque algunos lo quieran acabar. 

En estas nueve localidades existen personas totalmente citadinas, pero hay otro gran número que solo se clasifican como “ciudad” por vivir en una localidad que hace algunos años era tan solo un pueblo, ellos aún viven del campo, de la actividad agropecuaria, cultivan, siembran, Ordeñan, comen y venden sus productos campesinos para vivir, o tratar de sobrevivir.

Sí, Ala’ Carachas visitó  algunos de los campesinos que cultivan y viven en Bogotá y nos pudimos dar cuenta que como dicen ellos, “El cemento se los quiere comer vivos”. No solo por el afán de construir, sino porque ya no es valorado su trabajo, primero por nosotros, el resto de habitantes de Bogotá “los citadinos”, quienes creemos que porque un producto no tiene una marca, no vale, lo minimizamos e inclusive no lo pagamos y lo desechamos; por otro lado la poca protección brindada por las administraciones mayores, quienes en busca del lucro prefieren apoyar grandes cadenas de supermercados y desfavorecen a las minorías que no están tan lejos, están acá, en Bogotá.

Estos son algunos de los testimonios de los Campesinos urbanos de la Chirriadisima Capital: 

Usted que tanto se queja de que no se protege al campesino rural, y que está tan caro comprar una manzana, venga, apoye a los que aún cultivan acá. Sí aquí en Bogotá, empecemos por lo nuestro y apoyemos lo de afuera, pero no seamos tan chandas ala.