Gabriel, aunque se ve saludable, tratándolo con más cercanía se le nota que tiene algunas dificultades para caminar y para respirar,  a pesar de que dice“No tengo heridas ni cicatrices, estando en un mundo donde las balas me pasaban por acá”..

“Y qué mejor manera de pedir perdón o'celebrar un aniversario por medio de una serenata”.Frente a la estación de la calle 57 con Av Caracas , se puede apreciar una gran variedad de mariachis que usted se pueda imaginar desde los “ruiseñores del amor”pasando por los “Charros de México”.

En medio de las escalofriantes calles del centro de Bogotá, con la inseguridad respirando en el cuello y el frío insoportable de la capital, caminan en grupo algunos amigos con armas en sus manos. 

Empezar a construir un sueño a los 6 años, en los años 60 y dirigido hacia el arte,  es todo un reto que ha logrado aprobar Patricia Borbón, una mujer que a sus  53 años es danzarina y maestra de ballet. 

Cinco cabezas de marrano, viseras, hígados y corazones eran parte de la decoración en la carnicería de Edilberto Gaviria.

En medio de moteles y habitantes de calle hay un templo desconocido de la fotografía  nacional. Entre fuelles rotos, lentes que hace años no ven la luz del sol y cuerpos de cámaras antiguas, Omar Gómez aplica sus conocimientos de mecánica y de electrónica para reparar cámaras golpeadas, estropeadas o añejadas...

Cuando hablamos de cementerios siempre pensamos en suspenso, miedo, muerte y hasta terror; pero alguien se pregunta ¿Qué pasa con aquellas personas encargadas de la decoración de tumbas o bóvedas?

Colombia es reconocida, entre tantas cosas, por ser el primer productor mundial de esmeraldas y por la calidad de estas. Pero detrás de esta piedra preciosa, está la historia de muchos esmeralderos que han tenido que pasar por diferentes altibajos en sus vidas.

Cristian Camilo Cardona de veinte siete años, oriundo de Manizales, es un trabajador ambulante, que   desde los nueve años llega a la capital colombiana con el sueño de sacar adelante a su familia. Vive con  su esposa Olga Téllez  con quien comparte hace ocho años y su hija de cinco años.

Sentado en su silla de plástico, frente a la casa del florero, se balancea de adelante hacia atrás. Contempla el amplio panorama que refleja la Plaza de Bolívar resguardando sus manos entre sus rodillas, lo que de inmediato lo transporta a Alpujarra en Medellín, lugar donde se encuentra la plaza que lo vio crecer.